El mar está como un espejo.
Las nubes como algodones de azúcar.
La brisa se apacigua entre mi mente.
La luna se fue por miedo.
Los barcos yacen con tranquilidad.
Los peces nos unen entre calas de la costa.
Las luces de los faros iluminan la salada agua.
Sólo el silencio de las olas rompen la armonía.
Mis manos intentan acariciar su sombra.
La lluvia del atardecer humedece mis labios.
La piel de mi cuerpo cala en mi corazón.
Ella duerme entre sueños, como un niño con sus pipos.
La luna se fue por miedo.
Los barcos yacen con tranquilidad.
Los peces nos unen entre calas de la costa.
Las luces de los faros iluminan la salada agua.
Sólo el silencio de las olas rompen la armonía.
Mis manos intentan acariciar su sombra.
La lluvia del atardecer humedece mis labios.
La piel de mi cuerpo cala en mi corazón.
Ella duerme entre sueños, como un niño con sus pipos.