Descansas
encima del leño
mirando
entreabierto la frondosa selva,
las horas
transcurren,
no aparece tu
luna sangrienta.
La hambre te
devora,
esperando
saciar tu sed en una hora.
La gran aliada
luna llena
te iluminará
tu presa,
con el
camuflaje de tu color
con la
elegancia, de tu tono
paseas de
cuclillas
posándote
con las almohadillas.
Los ojos como
mochuelos
el bigote bien
erecto,
esperas a la
presa pérdida
para hincar
tus rudos colmillos.
Gran felino
nocturno
que se viste
para la caza,
o trepador
diurno
que descansa
en alza.
Buscas el
manjar en el manojo
y devoras a tu
antojo.
día tras
día
siesta tras
siesta
luna tras luna.
En tu hábitat
eres buen nadador,
posees a tu
felina melanina,
trepas, dónde
está tu ardor
para
intercambiar la guanina.