Imagínate el sonido de una mano solitaria,
aplaudiendo.
O el sonido de
una ola sin mar.
El amor sin sexo o sexo sin amor.
O el agua que
se desliza sin humedecer.
O percibir el grito del silencio,
o el mudar del
grito.
Puedo entender lo raro de lo común,
o lo que es
común de su rareza.
Imagínate el sonido de la lluvia en el cielo.
O la fricción del viento en la piel.
Pues no imagines, sino todo lo contrario:
"La pomposidad de tus labios,
la beldad de tu cuerpo recién regada por el
cielo"...
El roce de tu ropa que te evita estar en cueros...
La asosegada pícara mirada, al oler tu cuello…
La luz opaca que penetra en el cristal,
devorando la
oscuridad
y tentando las sombras de tu relieve....
Y Venus se desviste
ante la muerte de la laxitud.
Aquí estoy en toda mi plenitud,
me tienes y me
tuviste
en cualquier longitud,
en tu latitud
en nuestra altitud.
Besar es una cosa.
Que me beses
tú, es otra acción distinta
e inmensamente infinita.
Y si besas sola
no serán meses.