en el corazón,
no estuve en ese rincón.
Nunca fue suficiente lo que te di,
sólo el sueño eterno
acabará lo que no fue
y fue suficiente en mí.
Me dejaste desnudo frente al mar
bailando con tus besos,
o acariciando las olas junto la mar,
en mis soledades de ojos cristalinos.