El Balcón

Suena la música del mar en las aristas de la montaña.
Olas se desprenden al final de la orilla.
Nubes reflejadas en la cara de la luna.
Interminables estrellas incrustadas en el horizonte.
Amar solo amar quiero en mis labios. 

Corrientes de brisas se mueven en sus bellos.

Ósculos me imagino en mi mente.
Rojos glóbulos corren por mis venas alterados por sus ojos.
Relámpagos, latidos y convulsiones hay en mi corazón.
Apoteosis, austral en mi lívido percibo.
Lujuria y libertad desprende mi alma.

Gemidos, susurros se desprenden de sus labios.
Observamos como las luces reflejan la mar
Mientras nuestra piel llora nuestro aroma.
Balanceo su cuerpo desnudo.
Atados en un enjambre de placer.
Unidos entre caricias por nuestras manos.

La Cascada

Resbalan unas gotas por tu cuerpo,
acarician tus poros abiertos,
rodeando de lado a lado tus senos.

Unas cuantas suben y se precipitan en el final de tus pechos,
otras se expanden por tu fina espalda,
calando poco a poco en tu trasero.

Ellas se reparten alisando tu bello,
mientras otras humedecen tus labios.
Todas unidas miman tu cuerpo con la sutil ayuda de tus dedos.

El jabón perfumado realiza burbujas en tus piernas,
arrastradas por una corriente de placer,
van cayendo al final de tus pies.

Poso mi mano en tu cintura resbaladiza,
con la fina película del agua penetro en tu monte excitado.

Un enjambre de gotas copulan la lujuria,
bajo un arco de colores, caen las lágrimas de la cascada,
mientras, nuestros labios carnosos,
bailan al ritmo de nuestros corazones.

El Agua

Sacas tu linda cara, de la cristalina agua.
Tu pelo mojado humedece tus labios,
Tu mirada perdida en horizonte oscuro de la noche,
Todo tu cuerpo sumergido es un misterio.
Tu lengua vergonzosa está atrapada en tu perversión.
Los finos oídos perciben los sonidos de los delfines,
Mientras la brisa va calando en tus poros,
Las corrientes marinas esquivan tus curvas,
Esperando que una fina mano te susurre en tus labios.
Sal de esa agua salada y saborea el azúcar de mi tez.
No te voy hincar mis dientes. Solo te voy a degustar ese aroma de coral.
Tus majestuosos ojos y mirada de mujer atrevida,
Sus palabras se diluyen en el fondo, y 
las burbujas emersiónan, al final del velo del mar, 
susurran en el lienzo oscuro y estrellado.
 Su tono, su timbre, su voz,
mirlan mi corazón.

Los Ojos

Verte desnuda en una cama.

Ver las sabanas blancas con tu cuerpo sin nada, 
es como ver un campo de café, 
dónde el olor se expande por la habitación.

Ver como el sol ilumina tu inocencia.

Ver como la brisa entra por la ventana y renueve tu bello.

Ver como la música penetra en tu piel y se excita.

Ver como tu saliva se humedece.

Quien no estaría observándote sentada,

hasta que una simple mirada encendiera la luz del alba.

Las Lunas

En mi corteza veo las heridas de mi alma.
Reflejo en mi tez la luz del sol,
el sonido sólido de tu voz no se propaga en mi atmósfera.
Pero en mis manos están en el mar de la tranquilidad.

En mi alrededor el oscuro y frió vació, siento, el polvo cósmico roza en mí.
Te envío una diminuta parte de mi luna, dando vueltas a tu alrededor,

  que te cobija entre tus sabanas húmedas de placer.
Te olfateo todo el aroma de las montañas que desprendes en la anochecer, 

de nuestra querida Tierra.

Lanzó sollozos y llantos formando tempestades de pleno verano.
Es mi parte mística la que aun no te olvida,
Porque esos ojos no se esfuman día tras día...
Me acercó y me alejó para que las mareas leviten o se posen,

como los latidos del corazón.....

Sol y la Nube

Una mañana sentado en el capo del coche, en algún lugar de Maçanet de Cabrenys, perdido en la montaña, en la hora que el sol me contemplo. Escribí....

Tu monte es un misterio,
Tu espalda es un monasterio.
Tus labios son Lujuria,
Tus pies suenan a gloria.
Tus ojos son destellos.
 
Tu garganta son todos unos secretos
Mis manos están temblando,
Cuando estoy a tu lado.

Mi piel roza mi éxtasis,
Cuando no para de hacer énfasis.
Mi sed saborea tu aroma,
Mi cabeza pone punto donde hay una coma.

Un despertar junto a tu mano,
Un amanecer soñando que amo,
Una alba con multitud de acaricias,
Una noche entrelazando tus piernas.
Una tarde durmiendo cuando sonrió,
Un mediodía jugando con un rio.
Una mañana junto un continente,
Un solo día me perdí en mi mente.