Una mañana sentado en el capo del coche, en algún lugar de Maçanet de Cabrenys, perdido en la montaña, en la hora que el sol me contemplo. Escribí....
Tu monte es un misterio,
Tu espalda es un monasterio.
Tus labios son Lujuria,
Tus pies suenan a gloria.
Tus ojos son destellos.
Tu garganta son todos unos secretos
Mis manos están temblando,
Cuando estoy a tu lado.
Mi piel roza mi éxtasis,
Cuando no para de hacer énfasis.
Mi sed saborea tu aroma,
Mi cabeza pone punto donde hay una coma.
Un despertar junto a tu mano,
Un amanecer soñando que amo,
Una alba con multitud de acaricias,
Una noche entrelazando tus piernas.
Una tarde durmiendo cuando sonrió,
Un mediodía jugando con un rio.
Una mañana junto un continente,
Un solo día me perdí en mi mente.
Tu espalda es un monasterio.
Tus labios son Lujuria,
Tus pies suenan a gloria.
Tus ojos son destellos.
Tu garganta son todos unos secretos
Mis manos están temblando,
Cuando estoy a tu lado.
Mi piel roza mi éxtasis,
Cuando no para de hacer énfasis.
Mi sed saborea tu aroma,
Mi cabeza pone punto donde hay una coma.
Un despertar junto a tu mano,
Un amanecer soñando que amo,
Una alba con multitud de acaricias,
Una noche entrelazando tus piernas.
Una tarde durmiendo cuando sonrió,
Un mediodía jugando con un rio.
Una mañana junto un continente,
Un solo día me perdí en mi mente.
Precioso es lo que escribiste, esos labios que son lujuria, y esos ojos destellos, y tus versos son reflejos de amaneceres.
ResponderEliminarMuy bonita la imagen.
Voy a ver si has publicado alguna entrada más y yo no me haya enterado.
Un beso.