Cada comida te devoraría
Cada café te tomaría
Cada zumo te exprimiría
Cada crema de chocolate
te untaría
Cada beso te saborearía
Cada tacto de tu mano te cobijaría
Cada luz de tus ojos me derrito como la cera,
bajo la llama
de la luna llena.
Tu voz se funde
en el hielo de mi corazón.
Tu susurro
enciende la mecha perfumada del *glasón.
Mis gotas se precipitan al fondo del manantial,
dejando pequeñas imperfecciones en el velo,
que navegan en el poso de la alma.
Sigilosamente vas recorriendo la espina dorsal,
evaporando la sal
calcinando mis
recuerdos,
zarandeando los
pliegues de mi pilar,
despojando los cristales,
fundiéndolos
junto mi néctar.
Ardes y ardes sin prisa.
Desprendes y desprendes los olores.
Calientas y calientas sin demoras.
Serenas y serenas con tus colores.
Iluminas e iluminas las horas,
calmando mis dolores,
empapando las aguas bienhechoras.
*Glason en idioma de esperanto quiere decir cubito.