http://antilope24.blogspot.com.es/2014/03/las-gotas.html
Suena,
Suena,
Suena,
Suena el teléfono a las 2 de madrugada, me despierto asustado algo está ocurriendo y no es nada bueno, veo el nombre en el teléfono y mi corazón se contrae, descuelgo y mis orejas son todo oídos. Me comenta que ella está en el hospital y está inconsciente, además tiene muchas heridas internas, le comento que donde está que voy corriendo hacia allá, cuando acabo la conversar me visto, y sin más demora agarro el casco.
Bajo las escaleras lo más rápido que puedo. Abro la puerta enciendo la moto y me dirijo al hospital. En el trayecto se me hace largo y angustioso. Llego al destino y aparco la moto, me dirijo a la planta de la UCI, camino despacio pero sin pausa. Al fondo veo las siluetas, allí están sus amigos sentados en el sofá, llego me explican lo sucedido y lo grave que está, tiene multitud de heridas internas. Todo mi cuerpo es pura energía; pero descontrolada, tengo que hacerla fluir. Hago una pausa y cojo aire, les pregunto si puedo entrar a verla, ellos responden: "Claro tómate el tiempo que quieras."
Camino, pienso y entro en la sala. Allí está
inconsciente, monitorizada, sus constantes son bajas, muy bajas. Me siento
a su lado, la miro, la contemplo y pienso. Ha llegado la hora de transferir mi
energía sabiendo que mi vida correrá peligro, pero no me importa. Agarro las
dos manos dejando que mis dedos estén a la altura de sus muñecas, cierro los
ojos, mi mente se pone en blanco, mi corazón lo hago ralentizar, mi energía aún
está demasiada intranquila. Tengo que bajar mis constantes vitales, mi ritmo
cardíaco, me paso 10 minutos intentando que mi sangre, mi mente estén
coordinados….
Ahora ya veo mi energía, mi piel se contrae, mis
pelos miran hacia el cielo y mi cuerpo se ilumina con una luz suave pero
brillante, que rodea todo mi cuerpo. Transmito con las dos manos, me descargo
poco a poco, sin prisa, tengo que trasmitir lentamente por su bien, demasiada
energía de golpe podría ser mortal.
Sé que oigo ruidos, mis orejas son capaces de oír
los pequeños cambios de aires, así sé que a lo lejos está una enfermera y un
doctor que la acompaña. Se quedan inmóviles al fondo de la sala, están viendo
esa luz y no saben que ocurre, que hacer, simplemente les falta aire y no son
capaces de actuar, ni de hablar. Se quedan paralizados, quietos mirándose entre
ellos.
Mi energía va transmitiéndose a su cuerpo poco a
poco, a la vez que la mía empieza a perderse. Sé que no me queda mucha energía,
siento que mi alma, mi esencia, se vacían a la hora que la transmito hacia
ella.
Pasan unos 5 minutos, en un silencio, un silencio
plausible que solo se oyen los pequeños pitidos del monitor……
Acabo de sentir que sus constantes empiezan a
recuperar, su ritmo sube, la presión empieza a remontar, su temperatura se
eleva; estoy llegando al final. Mi esencia se apaga así que dejo de transmitir,
abro los dedos y separo mis manos de sus manos. Me levanto lentamente y veo que
sus párpados se mueven. Me giro y me voy fuera de la sala, no antes de darle un
beso en su frente. Mi transmisión se ha completado pero no se si dará sus
frutos. A la vez que salgo de la sala, la enfermera y doctor caminan hacia la
sonrisa perfecta, para saber que ha ocurrido, mientras me miran fijamente hacia
mí. Mi luz ha desaparecido al dejar sus manos sin mis manos.
Llego a la puerta de cristal corredera, se abre y
estoy en el pasillo, sus amigos me miran a la vez que se acercan, mis piernas
empiezan aflojar, estoy a punto de perder la conciencia, ellos se dan cuenta,
antes que caiga al suelo desplomado me agarran, me posan en el suelo frío de
mármol, mis ojos se empiezan a cerrarse. Mi interior sabe que poco a poco iré
perdiendo la consciencia.
Ellos estupefactos empiezan a hablar, saben de lo que hablan, me toman
la tensión y el ritmo pero está débil, les cuesta tomarla, hablan entre
ellos, pero todo es inútil mi cuerpo se apaga, mi alma empieza a
desprenderse de mi cuerpo, lo veo, lo noto en mi interior, es el
precio que he tengo que pagar pero no me importa, los ruidos y las voces se
pierden en el aire, mi alma sale poco a poco de mi cuerpo, veo al fondo del
pasillo como viene un carro de reanimación, todo es inútil, así que mi cuerpo
para de bombear, hago cerrar mis ojos, mi alma se desprende y sube hacia el
techo con mucha lentitud, mientras mi mente pasan las imágenes de mi vida
lentamente, pero cada vez con mayor rapidez, la última imagen es una sonrisa,
todo queda en blanco y la oscuridad está conquistando todo el territorio.
Esa Alma se queda allí arriba mirando mi cuerpo.
De repente sale por la puerta de cristal ella la sonrisa perfecta, todos se
quedan parados, anonadados, sin palabras, aún tiene algún cable suelto por su
cuerpo, como si se hubiera arrancando ella misma, desde ahí arriba se contempla
todo perfectamente. Se arrodilla al lado de mi cuerpo, mira mi cara, se pone
las manos en su rostro, sabe perfectamente lo que ocurrido, lo sabe, lo ha
visto aunque ella estuviera inconsciente, ya no estoy, me he ido, sus ojos se
ponen vidriosos y de sus pestañas salen dos gotas cristalinas uniformes.
Caen en cámara lenta desde su inicio hasta
su final del tallo; desde allí arriba tengo todos los ángulos que no os podéis
imaginar, esas gotas se desprenden de su cuerpo, caen al vacío, se imperfeccionan a
causa de las pequeñas turbulencias del aire, son suficientes para dos gotas
saladas, caen, caen y caen hasta llegan a su destino, se posan en medio de mis
labios inferiores, resbalan desde el centro hacia los lados, mientras son
absorbidas en su trayectoria, hasta que llegan al final de la unión labial,
donde desaparece el rastro del fluido celestial. Mi alma se queda parada, todo
está confuso, empiezo a notar como baja a poca velocidad, hacia
mi cuerpo, la oscuridad va desapareciendo, la luz gana en espacio,
cada vez la alma corre mas y mas hacia mi cuerpo, las imágenes aparecen
por arte de magia a velocidad de la luz, soy incapaz de apreciar que imágenes
son; estoy a punto de colisionar contra mi cuerpo, y se introduce dentro de Él,
está frío muy frío, no entiendo que ocurre, el corazón bombea dos gotas una por
la arteria aorta y la otra por la vena cava, esas gotas corren por mi cuerpo a
gran velocidad pasmosa, hasta que se encuentran, y colisionan en mi
cabeza, mis neuronas se iluminan, desprendiendo un azulado eléctrico,
noto como el frío desparece, la sangre empieza a moverse. Abro los ojos
con cautela, la luz me ciega pero poco a poco veo su silueta. Todos se
quedan otra vez quietos, ella ha girado su cabeza así que no sabe que mis
ojos la contemplan. Digo claramente con voz suave y floja pero suficiente para
que la oiga, Hola Sonrisa Perfecta.
Por supuesto, que me gustaría una tercera parte, Lluis, qué buen texto, además, para celebrar tu segundo cumple blog.
ResponderEliminarMuchas felicidades, y que sigas por aquí más años.
Un beso grande.
Es un texto viejo, si que hay segunda parte es http://antilope24.blogspot.com.es/2014/06/quien-soy.html...
EliminarCada dia estoy mas feliz...