En la claridad del día, tu cuerpo resplandece, tus ojos están cerrados y la seda te excita cada vez más, voy mordiendo tu cuello con mis labios húmedos, me paseo por tu cuello bajando hacia tu delicada clavícula llegando hasta tu hombro bien moldeado. Yo sigo dentro de ti, dentro de tu túnel y está vez tengo muy buena cobertura.
Subo la
cinta poco a poco y la aposento encima de tus pezones, realizó un vaivén de
lado a lado, la cinta azulada de seda transita por tus pezones, moviéndolos con
delicadeza y finura, veo tus pezones empitonados.
Tus gemidos
perdidos se van realzando en la cálida y extenuante atmósfera, la luz indirecta
ilumina las paredes de la habitación, no dejan ninguna sombra en tu cuerpo
esbelto, subo la vista y con la ayuda del espejo inclinado veo tu cuerpo, tu
piel morena y los tallos bien erguidos.
No paro de
besar suavemente, no paro de mover la cinta por tus pechos, y a lo lejos del
pasillo de golpe suena la música de Lorena, su música armónica y su voz tan
delicada rompen tus suspiros exaltados. Mi mente manda un impulso en mis manos,
dejando caer la cinta encima de tus piernas, no antes resbalando por tu cuerpo, suavizando el éxtasis de tu piel.
Una vez que la cinta azulada de seda azucarada deja de moverse por tus
piernas, subo tu pompis unos pocos centímetros, sin que mi sable salga de tu
cueva bien acolchada. Agarro la cinta por un lado y paso la cinta por debajo de
tu sexualidad, hasta que salga por tu trasero, saco la mano y agarro la cinta
por cada lado, pongo un dedo encima de la cinta tocando tu clítoris, la otra
mano tensa la cinta, ni muy tensa, ni muy floja.
Voy suavizando tu clítoris, notas la suavidad, el frescor de la seda, te vas
acariciando tus pechos con un gesto singular que vas repitiendo, un gesto muy
sutil, coges carrerilla con tus manos llegando a tus senos por el exterior,
acabando hacia el interior rozando tus pezones bien puntiagudos. Las areolas
están en su máxima tonalidad y su máximo relieve. No paras de hacer el mismo
gesto, mientras tus ojos observan como mi dedo juega con tu sexo. La suavidad,
la finura y la delicadeza del dedo enfundado con seda te pervierte la mente y
el cuerpo.
Sale mi verga de tu sexo, y levanto tu cuerpo para que puedas visualizar
como sale la punta del capullo por delante de tu monte rasurado, y tus labios
la besan, la mojan. La escena aún te agita más, yo bajo y subo el dedo que está encima de la cinta fina de seda, también tenso la cinta y la destenso jugando con su firmeza.
Voy intercambiando los movimientos, con círculos, o de arriba abajo, y también
bajando hasta el inicio de la cueva sin acabar de introducirme. La seda va rozando
tus labios que están hinchados y sedientos; te beso y lamo tu cuello, tú miras hacia bajo,
y tus manos acarician tus senos.
La humedad del coño va empapando la cinta azulada de seda. Se van oliendo
tus hormonas y tu fluido corporal, que a la vez excita mi nariz, y el fluido empapa poco a
poco mi sable.
La escena dura y dura, el tiempo se obtura, el silencio es roto por
nuestros gozos, voy percibiendo tus movimientos, tu ola
se acerca al final de la orilla, cada vez es más alta, tus espasmos son más fuertes y más eléctricos, agarras mi dedo y lo
aposentas donde te gusta más, donde más te excita. Yo lo acato y aceleró un
poco más los movimientos, pero sin que sea muy rápido. Sacas la mano y te
agarras a tus pechos, levantas la cabeza y cierras los ojos, la lujuria está a
punto de desprenderse, como romperse la cresta de la ola, tus
espasmos cada vez son más fuertes y continuos e incontrolables. Y de repente en menos de 20
segundos exaltas la voz, gritas de placer y rocías un chorro largo, fino y con mucha
fuerza mojando la bajera.
Llegó tu orgasmo. Pones la mano en mi mano para que me contenga, suspiras, te relajas, y destensas tus músculos poco a poco desvaneciendo tus impulsos de tu pelvis.
Me desencadeno de la seda y sujeto tus senos, besando con más firmeza tu cuello. Me aproximó a tus tímpanos declarando en mi voz cuanto "Te Amo". Mis manos se desprenden de tus pechos, para peinar tu pelo, cuchicheo: "TE QUIERO".
Continuará...