sábado, 4 de marzo de 2017
Ángel
En tu calor me dormí
y tu rostro se acurrucaba en mi pecho.
Tu mano acaricia mi latido. Y tú
media dormida con la respiración sacudes tus alas de hada.
Me desvelo por tu acto,
mis ojos atolondrados se rinden ante serenidad de la habitación.
Percibo tu calma y Ángela energética.
Juego con tu mano dulce dulceza.
Tu cuerpo se reposa yaciendo entre mis piernas.
Descansas de la noche placentera,
cansada y agotada prendo la acción.
La persiana baja y baja, la situó en el umbral de la oscuridad y clatridad,
y la luz se ciñe por la puerta de cristal corrediza,
Necesito la luz atenuada de tu rostro angélico.
Te contemplo bajo nulo del ruido.
Solo el mirlo de los pájaros, que se deslizan entre las nubes,
y que serpentea el tul, que rodea la alcoba,
causa la armonía del plausible silencio.
Te observo con mis ojos en letargo.
Dulce Ángel que reposa de mi calor,
la inocencia de tus ojos se precipitan en lo sigiloso.
Yace, no pares de yacer con tus alas recolectadas,
bajo el centón de las plumas de águila.
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Que ese hada que anida en algún lugar de ti repose su cabeza y se sacie de ti .
ResponderEliminarBonito poema buenas noches .
gracias por tacto de la estrofa
ResponderEliminarDesvelados tu ojos,
ResponderEliminarobservando su rostro,
contemplando los suspiros,
te elevas al cielo,
directo al paraíso.
Preciosos versos, Lluis, un placer leerte.
Besos.
Gracias precioso poema que entrelanzas
ResponderEliminarEsa noche fue pura magia,
ResponderEliminarme desnudaste con tus ojos..
Y después en tu letargia
el fuego de tus labios vi en los rostros.
Acariciame hasta saciarme,
Vuelve a sanarme...
Gracias por hacerme sentir en tu luna llena
Te saciare en cada ala
EliminarTe sanaré en la cúspide del altar.
Te hare comulgar en cada pecado
Y Santiguar tu cuerpo atado.