Paseas en el agrietado cemento y la pupila del sol
te ilumina la mañana fría.
Entre la brisa de las palmeras, piensas y caminas
sintiendo el olor de la sal. Vas moldeando tus pies entre paso y paso de tu
vereda. El paisaje va cambiando y los árboles plataneros vacios están con sus
hojas voladoras.
El silencio del cielo te susurra en tus oídos, tú
empiezas a meditar en tu profundidad de tu alma.
Tienes ganas de hablar y de saber de su opinión,
anhelas que te escuche. Echas de menos su voz, su presencia.
Te nostalgias en tu mente, durante una parte del
paseo costanero y solitario. Esa tristeza se fortalece y no sabes por qué y
tampoco sabes porque aparece.
Durante tu trayecto el sol te va calentando tu
rostro, el mismo que a mí me ilumina en el patinaje del asfalto.
Solo hay un sol, el mismo aire que respiramos, la
misma arena en nuestra costa, y la mar con su azulado nos acompaña.
Eres pura energía y entregada a tus
semillas. Luchadora e incansable por lo que quieres, por lo que ama.
En tu paseo matutino, donde el ruido se refugia
en las calles de tu pueblo, tú rompes la soledad del vacío, te sientes libre
y asosegada de ti mismo.
En tu rincón te reconfortas en ese paseo, esa luz,
ese olor a raíz del mar que suspira hacia la orilla, y tú lo inhalas en la nariz
media rojiza.
Los metros se acumulan en tus delicadas piernas.
Que están cansadas de la semana y de algún baile sensual; del cual yo aprendo
sus figuras.
El hormigueo de tus dedos va calando, en tu acto por tu vida única. Los mueves para contrarrestar el hilo fino que
transita por los dedos, ese frío. Te pauseas en el final antes del retorno de tu paseo. Te candelas
un cigarro e inspiras el humo que calienta tus pulmones. Es tu momento de
placer en esas mañanas frías y necesarias.
Observas que las alas blancas que yacen encima de
las maderas, desprenden olor a café, y esas alas que rompen el color arenoso de
la playa, resaltan el silencio plausible. La actividad de las calles y del
paseo de la gente se apoderan de la serenidad, ya no eres la única que pisa el cemento
desquebrajado.
Preciosa palmera la que guía tus pasos a través de la playa , te ofrece su sombra más tan bien su aroma.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias.
EliminarLas reflexiones son nuestros rincones.
Hermoso paseo hasta tocar la playa con los pies sobre la arena.
ResponderEliminarMuy bella tu entrada.
Besos.
Hermosos paseos con deseos
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